Kawasaki amplía su catálogo custom con la Eliminator, una moto lógica y sencilla que se posiciona en un escalón inferior al de la exitosa Vulcan S 650. Brilla por una estética más bien moderna y por sus líneas horizontales en donde todos sus elementos han sido diseñados para transmitir una cuidada sensación cruiser. En la parte trasera se observa un colín recortado que incorpora el portamatrículas y el faro, y sobre el que se ha situado el asiento del pasajero. El asiento del piloto, por su parte, se sitúa a sólo 735 mm de distancia al suelo -opcionalmente se puede optar por uno más alto y por otro más bajo- y cuenta con una buena superficie de apoyo. Justo por delante encontramos un depósito de combustible que mantiene ese diseño horizontal de todo el conjunto y que culmina en el faro delantero de forma redondeada. La instrumentación sobresale lo justo, adaptándose perfectamente al diseño de la moto. Es una instrumentación digital con pantalla LCD y con conectividad. Por último, el escape discurre igualmente paralelo al suelo por el lado derecho de la moto. A pesar de su apariencia, es una moto cómoda gracias a la estudiada posición del manillar y de las estriberas.Otro factor interesante en esta Eliminator 500 se encuentra en la ligereza del conjunto, de sólo 176 kg. Para ello se vale de un chasis tipo Trellis, fabricado en acero y que ofrece un comportamiento equilibrado en cualquier situación. Le acompaña un par de amortiguadores traseros y una horquilla convencional delante con barras de 41 mm de diámetro, ambos componentes sin posibilidad de regulación. Las ruedas son de 18" y 16" delante y detrás, respectivamente, y emplea un disco por rueda, el delantero de 310 mm.El motor utilizado en la Eliminator 500 es un dos cilindros en línea de 451 cc, ocho válvulas y refrigerado por líquido que rinde una potencia superior a 44 hp a 9.000 rpm. Está dotado de un embrague asistido y antirrebote que contribuye a realizar unas reducciones más seguras y agradables.